Este reloj de pared representa un estado de armonía: la sobriedad de su estética, la claridad de su lectura y su mecanismo silencioso alcanzan el equilibrio entre forma y función. Fabricado en Argentina con materiales nobles y terminaciones precisas, combina un espejo pulido de primera calidad con números de acero inoxidable. En su interior, una electrónica única anima el paso del tiempo: cada hora en punto, el reloj se ilumina con destellos sutiles y emite un patrón sonoro inspirado en el canto de un grillo, permitiendo reconocer la hora sin necesidad de mirarlo. Una pieza que une belleza, precisión y tecnología en una expresión de diseño contemporáneo. Combina materiales que se adaptan con naturalidad al entorno. El espejo refleja los tonos del ambiente y se integra con la decoración, el acero aporta una presencia neutra y moderna, y el vinilo negro mate, sobrio y atemporal, logra lo imposible: integrarse incluso con la pantalla del tv apagado. Sus sonidos introducen una nueva compañía en el ambiente, aportando una sensación de presencia que cambia la energía del espacio.